La educación municipal en nuestro país está
fuertemente criticada por su mecanismo de trabajo, ya que colegios como el
“República de Siria” se encarga solo de obtener buenos resultados en SIMCE y
PSU y no se interesa por las necesidades e intereses que tenga el alumnado.
Sin embargo, no todo puede ser malo, ya que la
inclusión ha tomado fuerza en los colegios municipales, de modo que todo niño,
sin importar su discapacidad, creencia, religión o etnia, puede ser admitido en
un colegio municipal, de modo que se pueda educar y nutrir de conocimientos, al
igual que sus pares. Esto no era posible años atrás, ya que la discriminación
era un tema de decisión para los padres a la hora de matricular o no a los
niños en colegios.
Según mi opinión respecto a la educación municipal,
creo que no debería existir una diferencia entre la educación entregada por
establecimientos privados, subvencionados y municipales, ya que en el momento
de ingreso a la universidad estas diferencias se hacen notar. Yo creo que toda
la educación debería depender del estado, de modo que todo niño y niña, sin
importar su estrato social o comuna en la que viva, reciba los mismos
conocimientos y no exista una distinción entre la educación que recibe el hijo
de un obrero de la construcción y del empresario más millonario de Chile.
Un claro ejemplo a seguir es la educación entregada
en Estados Unidos, donde todos los colegios pertenecen al estado y un
porcentaje muy bajo es privado, de modo que todos los niños y niñas reciben un
mismo tipo de educación.
En nuestro país aún falta por avanzar hacia una
educación de calidad, pero va en nosotros cambiar el futuro de ella,
esforzándonos por ser los mejores profesionales de la educación y entregando el
aprendizaje de la mejor forma posible, de manera que los niños que educaremos
sean agentes de cambio para la sociedad y no sea posible observar diferencias
en cuanto a lo que sabe un niño con un estrato social bajo, a lo que sabe otro
de la clase alta.
Se pueden trabajar todos los tipos de pensamiento en los niños que asisten a educación municipal.
Constanza Miño Araya.